Cuando una persona se enfrenta a un proceso judicial, ya sea en materia civil, familiar o mercantil, una de las figuras clave que garantiza la eficacia del procedimiento es el procurador. Aunque muchas veces su labor es menos conocida que la del abogado de familia u otros profesionales jurídicos, lo cierto es que sin un procurador el avance del procedimiento se vería obstaculizado. En este artículo te contamos cuál es su papel, por qué su función es obligatoria en gran parte de los casos y cómo la experiencia de una procuradora en Valencia como María Agosto puede marcar la diferencia.
¿Qué es un procurador y por qué es necesario?
El procurador es un profesional del derecho que representa de manera procesal al cliente ante los tribunales. Su labor es distinta a la del abogado: mientras que el abogado asesora jurídicamente y defiende los intereses de su cliente desde un punto de vista técnico y estratégico, el procurador es quien asegura la correcta comunicación con el juzgado y el cumplimiento de los plazos y trámites.
En España, la intervención del procurador es obligatoria en la mayoría de procedimientos civiles, mercantiles y de familia. Esto incluye casos de separación matrimonial, divorcio express, custodia compartida, pensión alimenticia, liquidación de gananciales o incluso modificación de medidas posteriores. Sin un procurador, los escritos del abogado no podrían presentarse en el juzgado ni el procedimiento avanzaría adecuadamente.
Funciones principales del procurador en un proceso judicial
El procurador cumple una serie de funciones esenciales para garantizar que el procedimiento judicial se desarrolle con eficacia:
- Representación procesal del cliente: actúa como intermediario oficial entre el ciudadano y el juzgado.
- Presentación de escritos: recibe los documentos del abogado y se encarga de su entrega formal al tribunal.
- Cumplimiento de plazos: vigila que todas las actuaciones se realicen en tiempo y forma.
- Notificaciones judiciales: comunica al cliente y al abogado cualquier resolución, citación o requerimiento emitido por el juzgado.
- Agilidad en el procedimiento: su intervención evita retrasos y asegura que los trámites administrativos y procesales se realicen correctamente.
En definitiva, el procurador es un garante de la eficiencia procesal, sin cuya intervención los procesos judiciales podrían dilatarse innecesariamente.
El papel del procurador en casos de familia
Dentro de los procedimientos de familia, la figura del procurador resulta especialmente importante. Procesos como el divorcio express, la custodia compartida, la fijación de una pensión alimenticia o la liquidación de gananciales requieren no solo de un abogado que plantee las medidas legales, sino también de un procurador que asegure que esas medidas lleguen al juzgado de forma correcta y sean tramitadas en los tiempos previstos.
Además, cuando con el paso del tiempo cambian las circunstancias y es necesario solicitar una modificación de medidas, la presencia del procurador vuelve a ser imprescindible para reabrir el proceso judicial y tramitar los cambios solicitados.
María Agosto, tu procuradora en Valencia
Contar con un procurador no es solo un requisito legal, sino una garantía de que tu caso avanzará con eficacia. María Agosto Villalonga, como procuradora en Valencia, combina experiencia, cercanía y profesionalidad para acompañar a sus clientes en todo tipo de procesos judiciales.
Su labor no se limita a los procedimientos de familia: también representa a clientes en casos civiles y mercantiles, siempre con un enfoque claro en la eficiencia y la comunicación transparente. Gracias a su implicación, quienes atraviesan un procedimiento judicial pueden tener la tranquilidad de que cada paso se gestiona correctamente.Puedes contactar con María Agosto en Calle Maestro Valls 31, 46022, Valencia, en el teléfono +34 657 497 448 o en el correo mariagostovillalonga@icpv.com